Un estudio revela que los psicópatas tienen cerebros “claramente diferentes” al de otras personas

Un estudio innovador ha revelado que los psicópatas tienen estructuras cerebrales distintas que los distinguen de la población general, lo que proporciona una nueva comprensión de los aspectos más oscuros de la psicología humana.

Según los expertos, publicados en Springer Nature, la investigación arroja luz sobre la neurobiología subyacente a la agresión y el comportamiento violento, confirmando sospechas largamente sostenidas sobre el vínculo entre el volumen cerebral y los rasgos psicopáticos.

El estudio, que examinó la tríada de la "personalidad oscura", encontró diferencias significativas en el volumen y la estructura del cerebro, particularmente en áreas relacionadas con la emoción, la toma de decisiones y el control del comportamiento.

Se utilizó la lista de verificación de psicopatía para evaluar las tendencias psicopáticas de los participantes.

En particular, el tronco encefálico y el cerebelo , que regulan la coordinación y el movimiento, mostraron un volumen reducido, al igual que las regiones orbitofrontal e insular, que son cruciales para la regulación emocional y la interacción social.

Estos hallazgos sugieren que los circuitos neuronales responsables de controlar el comportamiento pueden estar subdesarrollados o deteriorados en individuos con tendencias psicopáticas.

El estudio también encontró que rasgos como la mentira patológica y la falta de empatía, conocidos como aspectos "interpersonal-afectivos", no estaban tan fuertemente correlacionados con la estructura cerebral como los rasgos de comportamiento antisocial.

En general, la investigación reveló un volumen cerebral significativamente menor en individuos con tendencias psicopáticas.

El estudio indica lo que los investigadores han denominado una "alteración generalizada del desarrollo cerebral" en individuos que presentan rasgos psicopáticos.

Dedujeron que existe "un vínculo neurobiológico particularmente fuerte entre el comportamiento antisocial y la reducción del volumen cerebral en regiones extensas", informa el Express .

Sin embargo, los autores reconocieron ciertas limitaciones, como el uso de distintos escáneres de resonancia magnética, que se tuvo en cuenta estadísticamente, y el hecho de que los participantes no estaban emparejados según su capacidad cognitiva o consumo de sustancias, dos factores que podrían afectar potencialmente los resultados.

Sin embargo, esta investigación representa un avance significativo en la comprensión de la biología del comportamiento violento y antisocial, y es probable que estudios futuros investiguen si estas diferencias cerebrales son genéticas o están influidas por factores ambientales.